
Este diseño es un homenaje a la trayectoria de Miguel Molina y a los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su carrera.
Inspirado en las batallas con su primer casco, el diseño simboliza los obstáculos superados y las lecciones aprendidas. Cada marca y arañazo representan un momento crucial que ha forjado al piloto que es hoy, permitiéndole llegar a ganar en una de las carreras más prestigiosas del mundo, las 24h de Le Mans.
Este casco es un símbolo del espíritu indomable de Miguel y su pasión por el automovilismo, valores que unen a Miguel a los fundamentos de Ferrari.





